La actividad económica se centra en la agricultura. La ganadería tuvo también su importancia, siempre fue relativa en comparación con la agricultura, a principios de siglo.
Las actividades agrícolas centradas en el secano como fue la viña, el trigo y la cebada se producían literalmente en todo el término. Estos productos se vieron sustituidos por la almendra, la algarroba y los olivos. La agricultura es aquí muy difícil de sostener por los medios mecánicos, una de las razones por las que la superficie agrícola ha disminuido de 500 hectáreas en 1970 a menos de 230 en el momento actual. Las tierras de secano, prácticamente abandonadas, apenas albergan hoy 50 hectáreas de almendras y olivos, habiendo desaparecido totalmente la viña, que hasta comienzos del siglo XX fue el cultivo principal. En compensación, la abundancia de agua (fuentes y pozos) ha permitido ampliar la superficie regada en la parte baja del término de 50 hectáreas en 1970 a 175 actualmente, siendo de destacar los cítricos (49 hectáreas de naranjos, 12 de mandarinos y 15 de limoneros) y, sobre todo, los nísperos con 88 hectáreas cuyos cuidados bancales (algunos en invernaderos). La industria es nula pero no debemos de olvidar la producción de objetos hechos con esparto ‘sobre todo alpargatas- de fabricación personal, el molino de harina, actualmente esta en un estado lamentoso de ruina, las dos almazaras ‘una fue comprada por el ayuntamiento y fue trasladada a otro lugar- ambas están en un estado lamentable de conservación, la fabricación de telas con telares, los capazos de palma, y más recientemente las tocas.